domingo, 16 de marzo de 2008

Horacio Schmidt
Arquitecto de la Universidad Católica. Después de trabajar con Germán de Sol, estuvo casi dos años en Inglaterra trabajando para Norman Foster, uno d elso arquitectos más destacados del mundo. Actualmente es socio de la oficina de arquitectura Schmidt Arquitectos Asociados y profesor de taller de la U. Finis Terrae.

“Lo obvio sería decir que he cambiado mi opinión sobre la alternancia en el poder. Antes pensaba que era positiva solo si había una alternativa en serio. Ahora estoy seguro que es necesaria incluso con esa alternativa.

Como arquitecto antes pensaba que era posible planificar la ciudad y que no se la debía dejar en manos de la desalmada especulación inmobiliaria. Ahora, como me he dado cuenta que es imposible imponer una norma sobre la fuerza incontenible del ‘emprendimiento’, pienso que el tema se podría tratar como el del cigarro. Es decir obligar a las empresas inmobiliarias a poner letreros en los edificios con fotos aterradoras de sectores de El Golf, torres de departamentos en Santiago Centro, autopistas que se diseñan sin pensar en absoluto en su impacto estético, túneles, etc. Y algún eslogan sugerente como; 'Comprar este departamento es dañino para su espíritu y el de los demás'.

Cuando era más joven pensaba que la juventud era una fuente inagotable de creatividad, ahora, convenientemente, me doy cuenta que no".


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