BELTRÁN MENA, médico, académico UC y columnista Artes y Letras
Troya y Homero, Joachim Latacz (Ediciones Destino). Como en la película "12 angry men" o como en La carta robada de Poe, me gustan las historias de personas que resuelven enigmas sin moverse del sillón de su casa. Mejor si el enigma es uno real. Es el caso de Troya y Homero, en que a partir del hallazgo reciente de un sello redondo en Troya, comienzan a atarse cabos que llevan a la demostración de la veracidad de los elementos del mito: la existencia histórica de los aqueos y los troyanos, la determinación del idioma de los troyanos y sobre todo, que lo que conocemos hoy como Troya corresponde efectivamente a la vieja Ilion. Aunque parezca raro, nada de esto estaba probado 10 años atrás. Lo recomiendo como ejemplo de pasión por la verdad y rigor en la investigación, aunque la noticia a la que se aplique haya ocurrido hace 3200 años.
ALFREDO SEPÚLVEDA, escritor y periodista
Under the Banner of Heaven, Jon Krakauer ((Doubleday). Es el libro periodístico que más me gustó de los que leí en 2006. Muchos deben conocer al autor por sus clásicos Mal de Altura y Hacia rutas salvajes. El que recomiendo es una mirada con años de reporteo al mundo de los mormones fundamentalistas (no confundir con los mormones a secas), aquellos que están a favor de la poligamia –y que, según el libro, la aplican más con niñitas de 14, 15 ó 16 años que con mujeres más maduras.El relato parte con un horrendo crimen. Los cuñados de un mormón fundamentalista asesinan a su esposa e hijo de meses porque se pasaron al mormonismo normal. Lo hacen porque recibieron una orden directa de Dios. A partir de allí, Krakauer viaja al sitio más aislado moral y temporalmente de Utah, el estado mormón. Son los viejos condados en el que la iglesia oficial de los Santos de los Últimos Días no entra, y donde la poligamia campea con total impunidad.El libro hace ver que Estados Unidos puede ser tan aptos para incubar una fe violenta como Afganistán, Pakistán o Arabia Saudita. Otra cosa fascinante del libro es que el mormonismo es la única religión masiva y actual que nace en una época en que hay diarios; Krakauer se aprovecha de eso para contar la historia general de esta religión: y puede comparar la verdad cotidiana histórica con aquella construida por la fe. ¿Cómo hubiera sido si en la época de Jesús hubiera habido diarios?El libro fue editado en Español por Península. Tiene un nombre mucho más malo que el original: “Obedeceré a Dios: Dios, los mormones y el fanatismo religioso”.
ANDREA VIAL, directora Escuela de Periodismo Universidad Alberto Hurtado
An Inconvenient Truth, Al Gore. Si en diciembre del año 2000 unos pocos gringos jubilados y demócratas en Florida se hubiesen parado de sus sillas plásticas a votar por Al Gore, quizá Estados Unidos no estaría enredado en Irak y muy probablemente tendría firmado hace rato el protocolo de Kyoto. Así de distinta pudo ser la historia. Pero más que lamentarse, el señor Gore se dedicó a abonar lo que muchos piensan será una nueva arremetida a la Casa Blanca, trabajando incansablemente (y de paso ganando muchos miles de dólares) para crear conciencia sobre el calentamiento global. "An Inconvenient Truth", la biblia de Al Gore, es un documental pero también un libro; un texto un poco terrorífico, con un diseño de lujo, fotografías e infografías claras y provocadoras.Aunque todavía el periodismo chileno no empatiza con temas científicos, el cambio climático es y será un problema que revolucionará todas las áreas de la vida. Hacerse el leso es poco rentable porque no está lejos el día en que los periodistas preparados en este tema se muevan como las figuras más solicitadas de la plaza. Hace 10 años en una feria sobre la industria del cable en Los Angeles, escuché a Gore hablar de la súpercarretera de la información. Más allá de su pinta medio insípida, el tipo trasunta pasión, es serio y un tremendo pedagogo. Me llamó la atención que se manejara con tanta propiedad en la alta tecnología considerando su cargo de vice presidente lo tenía preocupado de otros asuntos. Hoy aparece más en Wired que en las páginas políticas: es dueño de uno de los canales más innovadores del mercado, Current TV, el modelo precursor de YouTube, y miembro del directorio de Apple. Está claro que soy una groupie de Gore, ( ruego no postear información del tipo "antecedentes de cómo un político le mete el dedo en la boca a los electores") por lo tanto no sé si la recomendación es sólo el libro, más bien creo que es el fenómeno Gore completo. Para ello sólo basta "guglearlo". Sale rapidito… era que no si además es uno de los asesores top de Google.
ÁLVARO BISAMA, escritor y crítico literario de la Revista de Libros
Debería recomendar libros, pero por alguna razón que se me escapa, prefiero sugerir dos discos, uno en las antípodas del otro y viceversa: dos bandas sonoras de las que no me puedo despegar estos días.El primero es la compilatoria de covers y versiones de Molotov, “Con todo respeto”, un trabajo irregular pero cuyos puntos altos son imprescindibles. Los Molotov son la única banda que puede saltar del desmadre a la política sin perder un ápice de credibilidad: tocan hip hop que suena como rock y cantan en un spanglish que suena como una frontera sólo posible en sus cabezas. Hay de todo acá, desde versiones bailables de kermesse de los Misfits, pasando por parodias de Los Toreros Muertos (si es que eso es posible) hasta “La revolución no será televisada”, de Gil Scott-Heron, que creo que es el tema que vale el disco: un largo poema/canción/collage donde Los Molotov reinterpretan en el presente un viejo tema de spoken-poetry de un cantante clave del radicalismo político de los 70. Es el momento en que se acaba la fiesta e irrumpe la realidad pura y dura, con las imágenes en teletipo de un México –o una Latinoamérica- que linda con desastre, la violencia y la basura televisiva.
El segundo LP, es “Nudo ciego” de Andrés Valdivia, que se descarga gratis por la web y que hace lo contrario que los mexicanos, construyendo los paisajes de la soledad afectiva amplificados como el ruido de una ciudad que está vacía o algo así. Porque Valdivia lo hace bien, cantando como si quisiera desaparecer, convirtiéndose en una sombra en el intento. Así, en sus canciones brilla el desamor, las imágenes filosas y una poesía minimal que alcanza a ratos epifanías tristes o conmovedoras sobre el hastío. “Y es tan vulgar ser joven y estar muerto”, dice en un tema con una elegancia que linda con el aburrimiento, como si no quedara nada afuera de esa iluminación, de ese pedazo de paraíso o un infierno que son sus canciones.
ANDREA PALET, periodista y editora
Los suicidas del fin del mundo, Leila Guerriero (Tusquets). La autora es una gran periodista argentina y amiga muy querida, pero no lo recomiendo por eso sino porque es buenísimo. La nota de prensa dice que es un relato trágico y descarnado, pero a mí me deben haber extirpado los sentimientos porque lo encontré fascinante y hasta cómico a ratos.
ANDRÉS AZOCAR, director Escuela de Periodismo UDP
La Gran Guerra por la Civilización, Robert Fisk (Destino). Este es uno de los grandes corresponsales de la prensa inglesa y su libro, una recopilación de su trabajo en el Medio Oriente. El texto es enorme (1.500 páginas), bastante caro ($34.000) y a veces molesta que el autor sienta que es el único profesional no musulmán que entiende los complejos procesos históricos en esa parte del mundo. Pero es periodismo clásico, explica claramente el trabajo de editor y del periodista en el frente de combate, deja en evidencia la manipulación de algunos medios y aprovecha de mostrar la cara más desconocida de una zona compleja, triste y ardiente. Es un repaso al elocuente trabajo de la corresponsalía y una radiografía de cómo las superpotencias han tratado inútilmente -según el autor- de influir en el Medio Oriente. Para destacar los tres encuentros de Fisk con Bin Laden en las montañas de Afganistán, antes del 11-9.