viernes, 7 de marzo de 2008

EDUARDO SEPÚLVEDA, subeditor de Reportajes, El Mercurio
1001 Discos Que Hay Que Escuchar Antes De Morir, Michael Lydon y Robert Dimery(Grijalbo). Puede sonar egocéntrico, pero cuando regalo un libro siempre pienso en qué me gustaría que me regalaran a mí. Y aplicaré la misma doctrina en este caso. Para la Navidad le pedí al Viejo Pascuero el libro 1001 Discos Que Hay Que Escuchar Antes De Morir. Creo que es un volumen imprescindible para cualquier persona a la que le gusta la música y/o que quiere estar informada. Creo que los lectores de elmedioblog son gente inteligente e informada y podrían valorar este consejo.También acabo de encargar Khrushchev's Cold War, de Alexander Fursenko y Timothy Naftali, que es un trabajo increíble de reporteo sobre cómo se vivieron los años más duros de la guerra fría en el Kremlin. Es una mirada muy distinta a la que conocemos en el hemisferio occidental. Creo que para entender la política mundial (e incluso la chilena, en algunos aspectos) es interesante ver las cosas desde el otro lado de la cortina de hierro.

ENRIQUE MUJICA, editor general Qué Pasa
El periodista y el asesino, Janet Malcom (Gedisa). Es la historia de cómo un avezado reportero embauca y seduce a su fuente, un hombre procesado por asesinar a su mujer y sus dos hijas, con tal de conseguir una historia exclusiva. Habla de lo moralmente indefendible que es el oficio del periodista. El proceso de embaucamiento, además, es una gloriosa cita a la pega diaria (de un cinismo brutal y hasta cómico): "A usted, le conviene hablar para narrar su verdad, yo lo ayudaré a contar su historia, confíe en mí y bla bla bla". Es un sinceramiento provechoso. Descarnado eso sí, pero por eso mismo alivia más que abruma: mejor saber lo que uno es -o puede ser-, antes de andar dándoselas de apóstoles por la vida. Imposible no linkearlo con Truman Capote y A Sangre Fría. Léanlo para saber quién termina como culpable.

CRISTÓBAL FLORENZANO, periodista
Phantasmagoria: Spirit Visions, Metaphors, and Media, Marina Warner (Oxford University Press). Un libro acerca de los medios que, pienso, sería triste ver arder en una de las piras del lumpen es éste que se publicó hace pocos meses. Es un ensayo de historia cultural, tan lúcido y entretenido como original y raro, que desenfoca las preocupaciones habituales de la literatura académica sobre medios y se pregunta por la manera en que éstos – desde la fotografía en adelante - han ayudado a transformar nuestras ideas y creencias acerca del más allá. El argumento que desarrolla es tan fantasmal e irreproducible como la conexión entre el cambio tecnológico y el mundo de las apariciones y espíritus que la autora trata de iluminar. Es un libro escrito de una manera muy rara. Sin dar la menor explicación y de manera olímpica, se mezcla el discurso académico – articulado y saturado de referencias – con una asociación libre y disgresiva que, en algunos pasajes, tiende a desmadrarse y volverse abiertamente delirante. En su favor hay que decir que el libro está poblado densamente de historias, muy bien contadas y elegidas con buen ojo y humor, que enfrían la fiebre asociativa que tiende a dominar a la autora. Uno termina la lectura del libro sin sacar absolutamente nada en limpio, con la impresión extraña de haber leído un trabajo a la vez erudito y penetrante y completamente descentrado y demente, con un montón de ideas, observaciones y anécdotas flotando desordenada, es decir agradablemente, en la cabeza.

CECILIA RODRÍGUEZ, coordinadora Escuela de Periodismo UAH
Las nieblas de Avalón, Marion Zimmer (Salamandra). A mediados de año, la reforma al sistema provisional reflotó la discusión por igualdad de géneros (¡tema que me carga!). No somos iguales y ya (lo de los derechos es otra cosa). Marion Zimmer lo sabe. En Las nieblas de Avalón narra la leyenda del rey Arturo desde la mirada de los personajes femeninos. Toda la magia y encanto de una historia ya conocida pero con la suavidad y fuerza de estos personajes menos conocidos. No es un libro nuevo (la primera edición es del 2000). Pero me encontré con él hace poco, y con una pequeña dosis cada noche, he vuelto a sentir esa magia que me provocaba la lectura de cuentos antes de ir a dormir. Bueno para la navidad, para soñar un rato (total, para temas de comunicación tenemos todo el próximo año).

CARLOS PEÑA, abogado y rector de la UDP
Che Guevara. Una vida revolucionaria, Jon Lee Anderson. Acaba de salir en Anagrama -a pesar del grosor la edición es perfecta y es cómoda- y ya no hay pretextos para no leerlo. Se trata de la espléndida crónica biográfica escrita por Lee Anderson acerca de la vida del Che. Él, como todos sabemos, fue un tipo inflamado por dos o tres ideas y, como todos los creyentes, capaz de hacer cualquier cosa para homenajearlas. Y por eso vale asomarse a su vida. Pero el libro de Jon Lee Anderson no tiene sólo ese valor biográfico. Es además un modelo de escritura de no ficción que, sobre todo, escarba en la memoria de los cubanos la formación de ese mito que hoy día adorna camisetas y vasos y que en la última de sus fotos (el libro trae espléndidas) se parece tanto a Jesús. No es un libro sobre medios. Es más que eso: es una muestra del tipo de escritura que pueden contener los medios.

Sugiero leer también Borges de Bioy Casares (Buenos Aires, Destino, 2006). Si usted creía que ganarse la confianza de alguien y luego traicionarla revelando lo que en un momento de debilidad confesó era cosa de periodistas (según enseña J. Malcolm en El periodista y el asesino) estaba equivocado. Eso también lo hacen los escritores. Lo hizo Bioy Casares meticulosamente durante casi sesenta años y de eso da testimonio en las más de ¡mil seiscientas páginas! de este diario.

CAMILA BERGER, directora de arte de revista Paula
Guía para comprar una revista. En general la gente prefiere regalar libros que parezcan bien inteligentes (aunque no los hayan leído) a una revista. Las menosprecian aún cuando éstas -y aquí empieza mi defensa y mi incentivo para que las regalen- publiquen a las mejores plumas del mundo y también a los mejores fotógrafos... Impresionante... y sólo porque se venden en kioskos. Eso sí, aclaro que para efectos de esta guía voy a obviar que los kioskos chilenos son los peores surtidos del planeta y que la única manera de encontrar buenas revistas es en las librerías, y voy a hacer como que viviéramos en el mundo real:
1. Defina su objetivo: no es lo mismo regalar por el contenido que por el diseño, por lo tanto, usted podría regalarle Details, para hombres metrosexuales con refinadísimos gustos en ropa, a una mujer aficionada al diseño. La revista ha ganado todos los premios de la SPD, manejan como nadie el mundo de las infografías, los números y la tipografía.
2. No se confunda: la moda está muy cerca del arte. La revista Vogue es muy confusa, cada país tiene una y claramente no son lo mismo. La mejor y la única que recomiendo para regalo es la Vogue Italia. Publican los mejores fotógrafos, entre otros, Bruce Weber, Steven Meisel, Peter Lindbergh y Paolo Roversi. Pero aún más importante es que se adelantan a las tendencias varios años, no solo en ropa sino en conceptos fotográficos y diseño. A veces es difícil entenderla, pero todos sus números son un clásico. Es una revista que se arriesga y un gran regalo, pero solo para gente que sepa apreciarlo porque es cara.... en Chile cada número cuesta alrededor de $20.000. La otra que también es cara pero es un clásico es la W, su formato es magnífico y sus fotos de moda de las mejores.
3. Diseño para diseñadores: hay revistas que son para los diseñadores como la mecánica popular para los mecánicos. Cualquiera de ellos apreciaría Print, How o Eye. La primera toca muchos temas de ilustración y está llena de avisos de agencias de fotos bien buenas, además de muestras de papel y nuevos diseñadores, son cuatro excelentes números al año. La How es temática, bien técnica y se preocupa mucho de los negocios.
4. Para el modernillo que quiere vivir en Londres o en NY: ID, Nylon, Paper, son revistas de pura tendencia y taquilla. La ID es un poco más punky y muy coleccionable. Gente muy importante ha estado en sus clásicas portadas guiñando un ojo.
5. Dos obviedades: Big y Colors